viernes, 26 de noviembre de 2010

 
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PaisajeMariposa_1
En este bosque oscuro y asustadizo moran elfos, gremlins y hadas. Esos que pasean sin rumbo por el reino de las hadas que cazan con trampa encuentre que los minutos se vuelven años cuando lo escuchen las orejas mortales de un hada. Cuando los humanos en un sueño fatal, escuchan sus melodías en el mundo de las hadas encerrado serás durante siete años. Así que, precaución, amigo cuando camines y cantes cerca de un anillo de hadas. Tenga cuidado con la comida o los besos de un hada, porque si no tu vida como mortal...... se perderá.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho. Allá en la costa rocosa, algunos tienen su hogar. Viven en la blanca espuma de las fieras olas del mar. Otros moran en las cañas del negro lago del monte, con ranas que velan por despiertas toda la noche. Anillo_21En lo más alto del monte, se sienta su viejo rey tan anciano y canoso que casi el seso perdió. Por puente de blanca bruma, cruza vacilante el valle en sus reales viajes, y a veces sube a cenar, entre infinitas estrellas que iluminan su camino, con la poderosa reina de las luces boreales. A Bridget, la bella niña, las malas brujas raptaron. Siete años la tuvieron, y cuando a casa volvió a nadie en ella encontró. Vinieron los duendecillos y en volandas la llevaron entre la noche y el alba. Creyéronla dormidita, pero muerta, muerta estaba, de pena y dolor profundo. Los piadosos duendecillos desde entonces la guardaron en las aguas más profundas del negro y oculto lago. De hojas de blancos lirios, un blando lecho le hicieron para mitigar la espera de un futuro despertar. Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho.


DE LOS CUENTOS DE HADAS
Las brumas blancas, brillantes, hacen nacer a la luna, surgen del fondo del agua y se extinden por el llano. Las flores se juntan para romper las telas de arana, y el vestido de la noche le prenden piedras preciosas. Cerca del lago las nubes tejen una fina sombra que se estremece al cortarse de ondas y manchas de luz. Abriendo paso en los juncos, la nina dulce se inclina, lanzando petalos rojos sobre las magicas ondas, para mirar como un rostro fugitivo huye en el agua, pues el lago esta encantado al conjuro de San Miercoles. Para que el rostro aparezca, le tira rosas tempranas, pues la rosa esta encantada el conjuro de San Viernes. Mira...A la luna relumbran su rostro y rubios cabellos, mientras en sus ojos claros se juntan todos los cuentos. 
El duende de Los Sueños 

Una madre estaba harta de que todos los sábados sus hijos se durmiesen tarde. El motivo era que el duende de los sueños no venía a cantarles una nana, como hacía todas las noches de los demás días de la semana. 
Por eso decidió llamar al duende. 
-Me es imposible -se disculpó el duendecillo-, Los sábados tengo mucho que hacer, pues el domingo es día de fiesta y los duendes tenemos que ordenar el mundo para que esté más bello. 
No sólo debo ir al campo para ver si el viento ha quitado el polvo a la hierba y a las flores. ¡Además tengo que subir al cielo . 
-¿ Para qué? -preguntó la madre. -Para bajar las estrellas una a una y darles brillo. -Eso no es cierto, las estrellas están fijas en el cielo -dijo la mujer. 
-¿Lo va a saber usted mejor que yo? -protestó el duendecillo. 
La madre estaba dispuesta a discutir el tema, pero vio a sus niños dormidos y no quiso despertarlos. Así es que nunca sabremos si las estrellas están fijas o no.
La prueba del hada madrina 
Hace muchos años un muchacho se enamoró de una bella joven, pero al pedirla en matrimonio, ésta le dijo que su hada madrina le había puesto una condición : se casaría con quien fuera capaz de hacer un agujero en el agua. -jEso es imposible! -dijo el joven. -Mi hada madrina me ha asegurado que quien de verdad me ame, lo logrará. El enamorado pensó y pensó y anduvo por muchos lugares en busca de una solución. Hasta que llegó a las tierras frías del norte y al ver un lago que estaba helado comprendió que ahí se podía hacer un agujero en el agua. Gracias a eso se casó con su amada y fueron muy felices.

LAS HADAS DEL BOSQUE

En este bosque oscuro y asustadizo moran elfos, gremlins y hadas. Esos que pasean sin rumbo por el reino de las hadas que cazan con trampa encuentre que los minutos se vuelven años cuando lo escuchen las orejas mortales de un hada.
Cuando los humanos en un sueño fatal, escuchan sus melodías en el mundo de las hadas encerrados será durante siete años. Así que, precaución, amigo cuando camines y cantes cerca de un anillo de hadas. Ten cuidado con la comida o los besos de un hada, porque si no tu vida como mortal…… se perderá.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tememos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde; y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho. Allá en la costa rocosa, algunos tienen su hogar. Viven en la blanca espuma de las fieras olas del mar.
Otros moran en las cañas del negro lago del monte, con ranas que velan  despiertas por toda la noche. En lo más alto del monte, se sienta su viejo rey tan anciano y canoso que casi el seso perdió.
Por puente de blanca bruma, cruza vacilante el valle en sus reales viajes, y a veces sube a cenar, entre infinitas estrellas que iluminan su camino, con la poderosa reina de las luces boreales.
A Bridget, la bella niña, las malas brujas raptaron. Siete años la tuvieron, y cuando a casa volvió; a nadie en ella encontró. Vinieron los duendecillos y en volandas la llevaron entre la noche y el alba. Creyéronla dormidita, pero muerta, muerta estaba, de pena y dolor profundo.
Los  duendecillos piadosos, desde entonces la guardaron en las aguas más profundas del negro y oculto lago. De hojas de blancos lirios, un blando lecho le hicieron para mitigar la espera de un futuro despertar.
Montaña arriba, montaña abajo, jamás osamos cazar. Tenemos siempre por ellos, los pequeños duendecillos de breve chaqueta verde y largo gorro encarnado con blanca pluma de búho…

SOMOS ESTRELLAS

Somos estrellas ambulantes
en camino a la eternidad,
enamorados de la lucidez,
seducidos por la plenitud.
Somos estrellas fugaces,
recontruyendo nuestra eternidad.

¿Podrá alguien presentarnos a un hada? ¿O son ellas las que deciden libremente si aceptan o no a un humano?

El mundo de la Hadas es una mezcla de misterioso encanto, de cautivadora belleza, pero también de una enorme fealdad, de insensible superficialidad, de humor, malicia, júbilo e inspiración, de temor, risa, amor y tragedia. Es mucho más rico de lo que, por lo general, nos induce a creer la literatura y es, además, un mundo en el que hay que penetrar con suma cautela, pues no hay nada que más enoje a las hadas que unos seres humanos que se mueven curiosamente por sus particulares dominios, como turistas malcriados. Bajo su embrujo puede desarrollarse el amor y también el abandono y la muerte. Al igual que los humanos viven en un universo de contradicciones.
El genial dramaturgo ingles William Shakespeare, en su obra Hamlet, sentencia que existe sobre la tierra más cosas de las que alcanza a percibir, la imaginación. Podríamos agregar también, que en un porcentaje alto lo fantástico es invisible a los ojos. La creencia en la existencia de las Hadas, es común a las más diversas culturas, encontrando el origen en los mitos y leyendas de cada una de ellas.
Una de las tantas leyendas, sostiene que las hadas son ángeles caídos o paganos muertos que no han sido suficientemente buenos para entrar en el paraíso, ni tan malos como para entrar en el infierno, quedando obligados a vivir eternamente a mitad de camino.
Otra leyenda cuenta que cierta vez, estaba Eva, a orillas de un río, bañando a sus hijos, cuando escucho que Dios, le hablo. Temerosa, Eva oculto a los hijos que todavía no había bañado, para que Él no los viera. Dios, que todo lo ve, le preguntó si con ella estaban todos sus hijos y Eva mintiendo, respondió que sí. Entonces, Dios le advirtió que aquellos que había ocultado, quedarían ocultos para siempre a los ojos de los hombres y fueron esos niños los que se convirtieron en hadas o Elfos.